martes, 10 de noviembre de 2015

Revival: Mucho final para tan poca trama


Revival de Stephen King
Advertencia: Esta entrada puede contener spoilers. Todo lo que vas a leer es una opinión personal y no tiene por qué coincidir necesariamente con la tuya.


Quien espere encontrar una historia al más puro estilo Stephen King, como Salem Lot, el Resplandor o Cementerio de animales, se equivoca de libro. Olvídate de esas historias que te hielan la sangre y te hacen mirar dentro del armario antes de acostarte.

King ha venido a contar una historia y lo hace como solo él sabe, con una maestría de genialidades inagotables. En eso hay que estar tranquilos, su literatura sigue intacta. Pero en cuanto al género que lo ha hecho famoso a nivel mundial, tan solo se deja ver al final, en las últimas 50 páginas. Eso sí, por esas 50 últimas páginas merece la pena aguantar las 350 primeras.

Que nadie me malinterprete: no es que el resto de la historia esté mal, nada más lejos de la realidad. La novela es dinámica, los personajes son atractivos y están bien definidos, pero nada de esto es nuevo en las novelas de Stephen King, lo que yo echo de menos es la esencia de su terror obsceno y retorcido que deja abandonado hasta el final de la historia.

El final es sublime, Stephen King en estado puro; no ya por el desenlace propiamente dicho, donde el escritor siempre cojea, sino por el tema y la forma de tratarlo. Revival plasma en palabras, en esas 50 últimas páginas, el miedo a lo desconocido tras la muerte que todos nos hemos planteado alguna vez, y lo hace de manera tan terrorífica que cuando cierras la tapa tras haberlo acabado el regusto amargo perdura en la boca durante varios días.

Aun así, me sabe a poco.

El tema elegido es jugoso, podría haberlo estirado mucho más. DEBERÍA haberlo estirado más. No sé si los plazos de la editorial se le echaban encima o quizás temía las comparaciones con el Frankenstein de Shelley, no lo sé, pero creo que King tiene el suficiente talento como para haberse distanciado de todo eso… además el trasfondo de la trama es otro.

Querido lector, prepárate para adentrarte en la vida de un guitarrista de rock de los ochenta, hundirte en el mundo de las drogas y salir gracias al reverendo Jacobs, magnífico personaje cuya locura comienza a brillar a mitad del libro y acaba dejándote ciego en los acordes finales.
Puntuación: 7/10

lunes, 2 de noviembre de 2015

Interferencias del Otro Lado



Al principio no eran más que eso, interferencias en la radio. La típica niebla ruidosa que se cuela de fondo tras las noticias de última hora del día, cuando rendido caes en la cama y esperas a que el sueño te venza.
Después las interferencias se volvieron más nítidas, no inteligibles por completo, pero sí lo suficiente como para entender palabras. En un primer momento creyó que se trataba de otra emisora intentado abrirse paso en la misma frecuencia, pero por más que intentaba re-sintonizar la voz intrusa no se disipaba.

El día que por fin consiguió entender el mensaje completo que se escondía tras las interferencias de la otra emisora, apagó la radio de un golpe y se prometió que nunca más volvería a encenderla. Hubiera salido de la cama para arrojarla por el balcón, pero estaba demasiado aterrorizado para hacerlo.
Su promesa de nada sirvió, a media noche se despertó con la niebla ruidosa susurrándole al oído y, por encima de ella, la voz extraña, hueca y añeja, repitiendo su mensaje una y otra vez.

- Ella te espera detrás de la puerta. Vigila con ojos y cara de muerta.
Quiso gritar cuando vio iluminarse dos ojos cubiertos de venas palpitantes bajo la puerta, pero perdió el conocimiento antes de poder hacerlo.

Mejor así, pues el horror que apareció tras la puerta le habría quebrado la razón y le hubiera arrastrado antes de tiempo a los infiernos. El muerto que irrumpió en su habitación no quería llevárselo a él, sino destruir la maldita radio para que las voces de los vivos dejaran de perturbar el descanso eterno de los muertos.