viernes, 13 de junio de 2014

Resurrección


Un relámpago partió el cielo de un latigazo y el trueno retumbó entre las lápidas del cementerio de St. Joan. El ambiente se cargó de electricidad estática y se le puso el vello de punta.

Levantó los brazos y, mientras las gruesas gotas de lluvia comenzaban a humedecerle los labios, recitó las últimas estrofas de la letanía junto a la tumba de su amante. Era la Noche de Todos los Santos, el sonido de las campanadas de media noche llegó a sus oídos como un lamento lejano desde la torre de la Iglesia. Había concluido el ritual a tiempo, todos los pasos establecidos durante las tres últimas Lunas Llenas se habían realizado meticulosamente. No había opción al fracaso.

Espero. Un minuto, cinco, quince… La lluvia caía con fuerza pero el único movimiento en aquel páramo de huesos era el del viento arañando los cipreses.
Se desesperó y arañó la tierra de la tumba bajo sus rodillas. La notó blanda, aireada, como si hubiera sido removida recientemente… tal vez…

Se oyó el quejido de las puertas del cementerio abriéndose con lentitud, empujadas por una mano falta de fuerza, ausente de vivacidad. No se atrevió a volverse, tal vez todo había surtido efecto antes de tiempo.
Escuchó pasos a su espalda, lentos, fatigosos. Un paso, silencio, dos seguidos, silencio otra vez. Silencio.
Una mano que hedía a muerte se posó sobre su hombro y una voz reseca como pasto le susurró al oído.


- Buenas noches, querido.

5 comentarios:

  1. Me dejas con ganas de más. ¿Cómo se habría sentido él mientras esperaba? A mi se me ha acelerado el corazón. ¿Y sentiría alivio, o miedo? Ais. Un gran relato, me ha gustado mucho :)

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  2. Estremecedor ese final y muy bien narrado todo el relato. Me ha parecido muy bueno, mis felicitaciones. Un placer haberte leído. Besos y feliz finde.

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    1. Mil gracias, preciosa!! El placer es mío por que me hayas leído. Besos para ti también y feliz finde!!

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