Listado de capítulos aquí
Daniel y Dizzie
avanzaron hacia el otro extremo de la caverna. A su espalda, Dani oyó al sapo
continuar murmurando advertencias.
- Vigilad bien
vuestros pasos… cuidado con el Nigromante… cuidado con su Guardia… cuidaos de
su Magia…
- ¿Sabías lo del
vínculo de los Administradores y lo de los tres días? –le preguntó a Dizzie una
vez que la vieja mesa de metal no fue más que un punto de luz en la lejanía.
- Por supuesto, no
es la primera vez que llevo a alguien del Exterior a Lontananza. Aunque en la
época anterior a la Oscuridad del Nigromante, la estancia en Lontananza se
prolongaba todo el tiempo que se deseara y el vínculo era un mero trámite
administrativo, nunca nadie cumplió condena por una falta de alguien del
Exterior.
- Entonces me has
engañado.
- ¿Engañado? –le
preguntó Dizzie deteniéndose unos pasos antes de penetrar por otra estrecha
galería de luz azul.
- Sí, la promesa que
te hice al entrar no vale para nada –le dijo Dani-. Bien sabías tú que tendré
que abandonar Lontananza cuando tú lo hagas. Dará igual si el lugar me parece
extraño o maravilloso, poco importará si deseo quedarme allí a pasar el resto
de mi vida, tendré que marcharme dentro de tres días… Me dijiste que los gatos
montañeses no sabían mentir.
- He tenido un buen
maestro que me ha enseñado –sus ojos relucieron con un brillo amarillo y, a
pesar de la oscuridad, su pupila se contrajo-. Escúchame niño, eres un estúpido
si pensaste que te dejaría a tu suerte en una tierra plagada de amenazas.
Hueles a Exterior a un kilómetro a la redonda y llevas la palabra “pardillo”
escrita en la frente. Lo mínimo que puede pasarte es acabar de esclavo bajo el
mando tiránico de algún Jefe de la Guardia.
- Pues lo prefiero a
volver con Eleanor.
- No sabes lo que
dices, insensato. Vamos, te mostraré el magnífico mundo en el que anhelas
crecer.
Se colaron por la
pequeña galería de piedra. Las arañas de luz azul correteaban a escasos
centímetros de la cara de Dani, que tenía que hacer malabarismos por no
interponerse en su camino.
Caminaba un par de
pasos por detrás del felino y pensaba en Amelia. Tal vez si la encontraba, ella
quisiera hacerse cargo de él, quizás pudieran volver junto al sapo
Administrador para que creara un nuevo vínculo entre ellos y así permanecer más
tiempo en Lontananza. Cualquier cosa antes que regresar y hablar con la
psicóloga sobre familias desestructuradas.
Se preguntó si
Eleanor habría descubierto ya que se había marchado…
Una bocanada de aire
frío interrumpió sus pensamientos. Habían llegado al final de la cueva y un
manto negro plagado de estrellas se extendía sobre sus cabezas.
Se hallaban en una
pequeña plataforma en el risco de una montaña. Bajo ellos se extendía una
jungla de árboles y matorrales cuyo final la vista no alcanzaba a ver. De vez
en cuando la verde extensión se interrumpía para dejar hueco a un resplandor de
luz amarilla que se proyectaba hacia el cielo.
- Son pequeñas aldeas
–dijo Dizzie señalando los focos de luz-. Lontananza está formada por un total
de doce pequeñas aldeas, unidas entre sí por sinuosos caminos a través del Bosque.
Las doce aldeas forman un gran círculo en cuyo centro se hallaba la hermosa y
blanca Ciudad Amurallada.
Dirigió la cabeza
hacia el norte pero allí no se vislumbraba ninguna ciudad blanca, tan solo una
especie de oscuridad latente. No había estrellas, ni luces, ni árboles; el paisaje
era engullido un enorme agujero negro.
Daniel se estremeció
y tuvo que apartar la mirada.
- Tenebroso es el
camino que conduce ahora al Castillo Negro –susurró Dizzie-. Antaño fue un
lugar hermoso, cuando el Rey de Bambala gobernaba justamente en él y los días
eran prósperos y felices.
- ¿Qué ocurrió? –le
preguntó Dani.
- Una fuerza oscura
surgió en el Este, un poder como nunca nadie había visto antes. Tomó forma y cuerpo y se hizo llamar el
Nigromante. Consumió los corazones de muchos leales súbditos y los llevó a la
guerra contra el Rey al que habían jurado proteger. Lo derrocó en veinte días
de asedio a la Ciudad Amurallada, y desde allí extendió su reinado de terror y
miedo. Ahora todos viven bajo su sombra, atemorizados por sus leyes de torturas
y dolor… Y nadie se atreve a hacerle frente.
- ¿Cuánto tiempo hemos
pasado en el túnel, Dizzie? Se ha hecho de noche muy rápido.
- En Bambala siempre
es de noche –le respondió-. Un malvado hechizo mantiene el sol oculto para que
siempre impere la oscuridad. Es la forma que tiene el Nigromante de mantener
ensombrecidas las esperanzas de la población.
- Oh… -dejó escapar
el chico.
- ¿Ves, Daniel? –le
dijo alzando la mirada. Sus ojos volvían a ser verdes y se podía leer la
nostalgia en ellos-. ¿Comienzas a comprender?
El chico no dijo
nada, aún tenía demasiado orgullo para darle la razón a su amigo, pero en el
fondo de su corazón comenzaba a notar el peso de una angustia creciente.
- Vamos hacia
Calendra –le dijo Dizzie-. Son esas primeras luces que ves en la lejanía.
Calculo que estará a unos cinco kilómetros en línea recta desde la base del
acantilado.
- ¿Y cómo bajamos de
aquí?
- Debe de haber unas
escaleras a la vuelta. Por aquí.
Daniel siguió a Dizzie
por un sinuoso sendero que partía de la plataforma del risco y daba la vuelta a
la montaña.
- ¿Y cómo
encontraremos el camino a Calendra entre ese mar de árboles?
- El Bosque está
señalizado. Los habitantes de Lontananza suelen marcar los árboles para indicar
el camino a ciertos lugares.
El sendero
desembocaba en una escalera de madera que viraba abrazando la montaña y
atravesaba la superficie de los árboles hasta llegar al suelo.
- ¿Y quién
construiría…
- Ya está bien de
preguntas, Daniel –le interrumpió el gato-. Presta atención a la escalera, por
favor, no quiero morir arrollado si tropiezas.
Al comenzar al
bajar, el chico se fijó en el extraño símbolo marcado en todos los peldaños de
la escalera, emitía un destello dorado y era muy parecido al que había visto en
la cueva. Se trataba de una letra extraña que Dani no había visto nunca. Quiso
preguntárselo a Dizzie, pero prefería no enfurecerlo más, así que se guardó la
pregunta para más adelante cuando el ánimo del gato se hubiera calmado.
Llegaron al final
sin incidentes al cabo de varios minutos de agotador descenso. Ante ellos se
extendía un oscuro y lóbrego bosque, iluminado escasamente por pequeños
farolillos de luz blanca que se alzaban dispersos a ambos lados de un camino
empedrado.
Aunque a simple
vista parecía un bosque normal, similar al que crecía alrededor de Casasviejas,
vibraba a su alrededor una sensación de irrealidad, como si se tratara de un
sueño.
- Lo que notas en tu
cuerpo es la Magia que recorre cada rincón de Bambala –le dijo Dizzie-. Los
magos y sacerdotes aprenden a reconducirla y emplearla de mil maneras posibles.
Te acostumbrarás rápido a esa sensación, enseguida desaparecerá.
Pero Dani no quería
que desapareciera. Se sentía magnético, cada átomo de su cuerpo vibraba y creyó
que podría echar a volar en cualquier momento.
- ¿Todo el mundo
puede usar la Magia? –preguntó.
Dizzie sonrió como
si hubiera estado esperando esa pregunta.
- Todo el mundo que
sea capaz de pasar la mayor parte de su vida estudiando sus caminos y
fluctuaciones, y aún así, una mente débil será incapaz de dominarla.
- Comprendo.
Se acercaron a un
poste situado en mitad del sendero de piedras. Varias flechas señalaban
diversos destinos. Calendra se situaba frente a ellos.
- Sigamos el camino
de piedra –le dijo Dizzie-. Aunque demos más vueltas, es más seguro que
adentrarse en el bosque.
Daniel se pegó a la
sombra del felino y ambos se adentraron en los dominios de Bambala.
Siguiente capítulo aquí.
Ay ay que han llegado!
ResponderEliminarEn serio, me encantan estos relatos, pierdo la noción del tiempo cuando leo tus entradas, Dizzie cada vez me hace dudar más. No creo que sea malo pero tampoco sé si se puede confiar en él. Y me da mucha pena Daniel. La forma con la que juegas entre realidad y fantasía puede conmigo mucho.
¡Un besín!
Qué bien que te guste Gema!! No sabes la ilusión que me hace tenerte de lectora todas las semanas!!
EliminarUn besito guapísima y gracias por pasarte un Lunes más!! :* :*
Desde luego siento nostalgia de mi infancia al leer estos relatos. A mi mente acuden películas como Dentro del laberinto, Cristal Oscuro o Willow.. ¡gracias por hacermos soñar Ángela! :) Un besazo
ResponderEliminarBueno bueno bueno, privilegio máximo que me compares con esas pelis, reboso orgullo jejejeje!!!
EliminarMuchas gracias a ti amigo, por pasar por aquí una semana más!
Un besazo! :)
Que bonito y cuantos sentimientos despiertan tus relatos.Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias querida Elda, un place que hayas dedicado parte de tu tiempo a leerme!! :) :)
EliminarUn saludo
Me encanta como conectas todo y los sentimientos que transmites a través de Dani. Un beso. Hasta el próximo capítulo ;)
ResponderEliminarHola Celeste!!! Qué alegria verte por aquí una semana más!! A ver qué más aventuras esperan a Dani!!
EliminarUn besote, cielo!
¡Aiiiix! Desde el "insensato" de Dizzy, he empezado a escuchar su voz en mi cabeza, su voz con el tono de Gandalf... *-* Y es genial, porque su forma de narrar, de sentir, de expresarse... Tiene cierto punto que me recuerda mucho al Istar!! Me encanta!! ;) Y bueno... Dizzy... Dizzy... Me sigue cayendo bien... Ese Gato tiene un algo muy atrayente que no sabría decir qué es, pero lo tiene!!
ResponderEliminarY Daniel... Quiere escapar de su Realidad... Y me da a mí que Bambala le va a servir de aprendizaje, de mucho aprendizaje...
En cuanto a esa Tierra Mágica... Parece realmente fascinante con el Nigromante y la Oscuridad Perpetúa...
¡Besines Guapiti! ^^
Ay Campanilla!! Ya echaba yo de menos tu comentario de esta semana, que me encantan y me mantienen al gusanillo de la escritura vivito y coleando!!
EliminarBambala va a ser el lugar donde este niño aprenda a afrontar sus problemas sí, jejeje! Tan avispada como siempre ;)
Un besito, guapa!! Hasta el próximo!!
Vaya! Pensé quetras leer tres capítulos seguidos reitiria mi curiosidad un tiempo, pero tenías razón: puedes ser cada vez más mala y tenernos en este estado de angustia (placentera por supuesto) hasta que tú decidas. Bravísimo una vez más! :D
ResponderEliminarVaya! Pensé quetras leer tres capítulos seguidos reitiria mi curiosidad un tiempo, pero tenías razón: puedes ser cada vez más mala y tenernos en este estado de angustia (placentera por supuesto) hasta que tú decidas. Bravísimo una vez más! :D
ResponderEliminarJajaja!! Esto es un no parar Miguel Ángel!! Soy una egoísta, os quiero tener aquí a todos enganchados hasta que la historia termine! Ojalá lo consiga!! Gracias por pasarte por todos los capítulos anteriores, un placer!!
EliminarUn beso!!
ohh
ResponderEliminaracabo de descubrir tu blog
y me encanta!
http://diariodeunartistaadolescente.blogspot.com.es/
Muchas gracias, Magdalena!! Un placer que te hayas pasado por aquí hayas dejado tu aportación ;)
EliminarUn saludo!!
Voy! Voy! Ya llego! :-)
ResponderEliminar