Dicen que, si te pones a las tres
de la mañana frente a un espejo y, con una vela encendida, nombras tres veces a
Verónica, la hija de Satanás se te aparece y te muestra la forma en la que vas
a morir.
También dicen que, si a media
noche colocas unas tijeras abiertas en mitad de la Biblia, se levantarán con
vida propia y se lanzarán a clavarse contra tu pecho.
Marcos nunca creyó ninguna de
aquellas estúpidas supersticiones, por eso, y para demostrar que sus amigos
eran unos “gallinas acojonados”, aceptó la apuesta y se plantó a las tres de la
mañana frente al espejo del baño. Encendió una vela y llamó a la mismísima hija
del diablo.
- Verónica, Verónica, Verónica*.
Para su sorpresa, el espejó vibró
y le devolvió otra imagen diferente a su reflejo asombrado: era él mismo con unas
tijeras clavadas en el pecho, las mismas tijeras que había dejado abiertas tres
horas antes entre las páginas de su Biblia.
*Nota del autor: Espero por tu bien que no hayas
leído el relato en voz alta pues, aunque no estés frente a ningún espejo ni
sean las tres de la mañana, Verónica puede haberte escuchado…
No me asustes más, chiquilla, que uno es supersticioso y conocía ambas creencias que NO quiero comprobar. Jejejeje. Muy buen enlace.
ResponderEliminarAlguna que otra noche en vela me ha pasado por culpa de estas supersticiones... Jejeje. Me alegro de que te haya gustado :) :)
EliminarUy el chuki
Eliminar¡¡Muy buenas historias, yo las intente todas y nada de nada, Abrazo!!
ResponderEliminarVaaaya... Yo mantenía la esperanza de que alguna de ellas fuera real... Jejeje! Gracias por comentar, Leonardo!
EliminarUna historia muy buena. Luego a pasar miedo cuando te miras en un espejo.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo odio los espejos... Sobre todo por la noche, sus reflejos no me gustan...
EliminarDelicioso. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Anxo :)
EliminarSi es que no se puede andar haciendo el tonto con las tijeras. Ya lo decía mi padre Belcebú.
ResponderEliminarSaludos
Jejeje! Sí, todo padre lo ha dicho alguna vez :)
EliminarJeje, muy bueno Angela, y ¿qué hay si alguien tiene una novia que se llama Verónica y la nombra tres veces en la madrugada? ¿Cuál de las dos Verónicas aparecerá?. Lo he disfrutado, abrazos.
ResponderEliminarUuuuhhhh.... Esperemos que no tenga ningún espejo cerca, por sí acaso, jejeje
EliminarPues ya es una pena que Verónica sea el nombre de la hija de Satanás (no tenía ni idea, jeje), porque es uno de mis nombres favoritos, sobre todo porque de pequeña adoraba a una actriz de la época dorada de Hollywood llamada, artísticamente, Veronica Lake. Y, a todo esto...¿no será la misma Verónica que secó el sudoroso rostro de Cristo durante su calvario, verdad? Porque ésa imagino que sería canonizada (tampoco tengo mucha idea, la religión y yo no comemos del mismo plato desde hace ya bastantes años). En todo caso, tu relato resulta tener ese final sorprendente que hace grato todo relato, por terrorífico que sea.
ResponderEliminarBesos, preciosa, y disfruta mucho del finde.
Muchas gracias, preciosa. La verdad es que cuando estaba escribiendo el final me ha entrado la risilla esa pícara de imaginarme a vosotros leyéndolo y poniendo cara de sorpresa jejeje! Me alegro de que te haya gustado. Un beso!
EliminarHace un tiempo llevé a cabo un creepypasta de estos, en el que iba a invocar un espíritu que respondería cualquier pregunta que le hiciera. Debía colocar tres velas negras en el baño, a las 2 am, encerrado y mirar al espejo hasta que apareciera el espectro, entonces, al asomarme al espejo mientras las velas iluminaban lúgubremente su superficie, lo que vi, realmente me llenó de espanto... era yo con unas inmensa ojeras producto del desvelo, además de que estaba todo despeinado... de la impresión decidí irme a dormir... por cierto, aun espero al espíritu ese para hacerle mi pregunta, jejeje. Me encantó tu relato, Ángela. Saludos!
ResponderEliminarJejeje! Me alegro que te gustara y gracias por relatarnos tan bien tu experiencia, da para un relato también! Un saludo!
EliminarSi lo que quieres es que no me acerque más a un espejo, o que no duerma má... Nunca... En lo que me quede de vida... dilo ahora!!!
ResponderEliminarMe matas, en serio Ángela, que yo soy MUY gallina... :-S
Un beso!
Jejeje! Naaa, como ha comentado Leonardo, vienen siendo todas pura superstición. Puedes dormir tranquilo Ramon. :) :) Un saludo!
EliminarJeje, muy bueno ese giro entre el humor y el terror. Eso sí, me alegra saber que yo NO lo he leído en voz alta ;-).
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